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¡ORCA! Un encuentro inesperado muy esperado...

Orcas, uno de los avistamientos más deseados y esperados. ¿Cuánto tiempo hablamos de ella? ¿Cómo sería el verla por primera vez? Muchas opciones para una baja probabilidad.

Ya terminando una larga jornada de trabajo, estábamos a unos 40 minutos de nuestra llegada al muelle cuando nos llamaron para dar aviso de 3 orcas que fueron avistadas cerca de la Punta Queilen. Nos dicen que ellas se dirigen hacia donde estamos navegando en nuestro zodiac, que tiene las dimensiones de sólo la mitad de uno de esos animales. En ese momento, Marjo, Cami, Ana y yo sentimos una gran ansiedad y emoción por el posible encuentro.

Nos demoramos unos 30 minutos navegando hasta que decidimos cargar más gasolina por si apareciera. Nuestras expectativas eran altas pero sabíamos que el avistamiento era incierto. En el momento final del cambio de gasolina, nos pusimos a conversar sobre el protocolo en caso de que ocurriese el encuentro, las medidas de seguridad en la gobernación del yaqu, en nuestra reacción... tres de nosotras (excepto Marjo) jamás habíamos visto orcas ¡mucho menos desde un zodiac! Maryo había tenido la oportunidad hace 7 años, haciendo esta misma labor en la localidad de Chonchi... ella nos preparó. Luego de cargar el combustible seguimos nuestro camino, ya se hacía tarde y las esperanzas se desvanecían. Las orcas son grandes y se pueden ver a gran distancia.

En eso… divisamos un animal grande a lo lejos ¡una orca! La emoción no se podía contener. Era un macho adulto enorme que viajaba solo. Lo seguimos un rato como a una distancia de 500 metros para tomar algunas fotos. Contamos sus salidas a respirar y sus tiempos de buceo, que eran alrededor de 6 a 7 minutos seguidos por 3 a 5 soplos. Llegamos a estar a unos 300 metros de distancia, pero lentamente comenzó a alejarse y la perdimos. No lo encontramos, pero jamás detuvimos la embarcación, siempre seguimos avanzando por una cuestión de seguridad para nosotras y para la orca. Que emocionante! Este había sido un excelente avistamiento, nuestro primer avistamiento de una orca! Quedamos con el pecho apretado y contentas, pues por fín habíamos visto a esta especie.

Retomamos viaje rumbo al muelle para terminar el día, y comentar con otros sobre nuestra experiencia. Pero... SORPRESA!

Sentimos una gran explosión de viento (PUFFFF!) La orca macho de unos 7 metros de largo, enorme, apareció al lado del Yaqu (justo al lado, literal) y justo en frente mio a la altura del motor por el lado de estribor. El susto nos sacó un grito descontrolado y dejó los pelos de punta, pero rápidamente y con un poco de nervios/temor/emoción/adrenalina, nos mantuvimos en calma unas a otras para controlar nuestras reacciones de instinto/sorpresa/espanto/alegría. Debo reconocer que, en ese momento, mis ojos salpicaron un par de lágrimas.

Nosotras en el zodiac parecíamos pequeños ratoncitos es una canasta. El titán apareció alrededor de cinco veces al lado del Yaqu, rosando el bote con su enorme aleta dorsal (que calculamos medía 1,60 m). Todo esto mientras yo, que iba manejando el Yaqu, tenía que avanzar a una velocidad constante, sin cambiar de rumbo, mirando hacia el frente para no pasar sobre algas a la deriva, intentando mantener distancia con la orca, mirando a las tripulantes que estuvieran bien, y con la emoción retenida en la garganta. Imaginen lo complejo! Fue inexplicable. Nos sentimos diminutas.

Luego se quedó atrás y comenzó a seguirnos desde nuestra estela ¡saltando detrás de nosotras! Fue hermoso. La emoción no la podíamos contener, todas reíamos. No lo podíamos creer, todas lo mirábamos anonadadas, pero felices.

Ahora solo queda decir que estamos más que agradecidas por el momento y la oportunidad de conocer un poco más este hermoso y sorprendente mundo acuático.

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