Expedición extraordinaria

¿Cómo podemos vernos tan ajenos a nuestra riqueza natural?

¿Qué nos hace falta para conocer, sean cuales sean nuestras pasiones, el entorno que nos rodea?

Los chilenos, ¿entendemos la importancia de nuestro único cetáceo endémico y su rol en la conservación de los ambientes que él habita y comparte con nosotros?

Son todas estas preguntas (y muchas más) las que se han venido a mi mente durante el desarrollo de esta expedición. Un delfín tan chileno como nosotros y tan poco conocido por nuestra sociedad.

Esta expedición me ha brindado la posibilidad de comprender a este incomprendido animal; de observarlo, de predecir su comportamiento en función del ambiente que habita. Me ha entregado un entendimiento más allá de lo que cualquier lectura podría darme: conocer el entorno natural del delfín chileno y cómo se desenvuelve en él.

Para mí, este viaje ha significado frustraciones y alegrías; euforia y emoción; preguntas y respuestas; colegas y compañeros. Tuvimos la fortuna de observar flora y fauna única en ambientes que el humano no ha podido conquistar, zonas donde el delfín chileno habita y cohabita con otras especies con una bajísima presencia humana, ¿así han vivido siempre? ¿es la forma natural en que este delfín se desarrolla en su ambiente? ¿cómo es capaz de soportar este ambiente cambiante? Siguen las preguntas, pero ¿cómo no? ¿cómo podría no fascinarnos este maravilloso mundo bajo el mar?

La ciencia nos brinda emociones, nos brinda penas y alegrías, pero por sobre todo, nos brinda comprensión de nuestro mundo.

Gracias Yaqu Pacha.